La barrera idiomática



La barrera idiomática

                Mi hermano, argentino, y su mujer, andaluza, viviendo ambos en la madre tierra, ahí andaban, intentando entenderse a pesar de la barrera idiomática, que parece no ser tal, pues somos hispanohablantes, pero que a la hora del malentendido la cosa cambia.

                  Un día, acompañando a su mujer a la panadería, ésta inicia la esperada conversación con la dueña del local, hablando ambas hasta por los codos, mientras mi hermano intentaba entender en la velocidad del andaluz lo que se contaban, cuando de pronto la panadera comienza a narrar su experiencia con una mujer muerta que se le había aparecido. Como dos platos, los ojos de mi hermano empezaron a salirse de sus órbitas, mientras pensaba en las posibles explicaciones a lo que oía: o bien había aparecido una muerta, o bien la panadera estaba loca; y dicho sea de paso, la mujer de mi hermano también, pues parecía tan tranquila como si estuvieran hablando del clima.
Gracioso chimpancé sujetándose la cabeza.
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- "No sé de quién me estas hablando!"- le decía ésta a la panadera


- "De la Carmen. Una mueerta... mueeerta..."- contestaba ésta.
               
                    Mi hermano al borde de la descompostura, y fastidiado de tanto esfuerzo por entender la velocidad de aquella lengua, sale pronto del local para evitar el aumento de la sugestionabilidad que, a mi juicio, padece.

                   Tras volver a casa, el pobre le pregunta a su mujer sobre lo que hablaban.

- "Sobre una vecina que se fue hace muchos años, y apareció el otro día"- contestó esta.

- "Que se murió ¿no?"- dijo mi hermano

- "Nooo! ¿Por qué dices eso?"- preguntó ella

- "¿Qué no te estaba hablando acaso de una muerta?"

- "¿De una muerta? Noooo!... Ahhhhh!... ya sé!"- aclaró mi cuñada- "La panadera me estaba contando sobre la vida de doña Carmen, una mujer mu arta, mu arta."

                Para el que no domine el andaluz, la traducción sería: "muy alta".